La bodega cuenta con 26 hectáreas de viñedos, con cuatro pagos que atesoran una gran diversidad de suelos, todos muy calcáreos (desde las arcillas rojas de la Ribera del Duero hasta arena con gravas). La variedad plantada en esos viñedos es la tempranillo, o tinta del país.
Para explotar el potencial de su viñedo cuenta con el asesoramiento de dos prestigiosos profesionales franceses: Claude Bourguignon, para todo lo relativo a la plantación del viñedo, y Stéphane Derenoncourt, para las tareas de vinificación y crianza.
La mayoría d
e nuestros catadores llegaron pronto (se nota que había ganas de cata!) y tuvieron tiempo para estudiar hasta el mínimo detalle de las fichas de cata que nos había traído Juan.
La mayoría d
Comenzamos la cata con “Alonso del Yerro, Crianza 2007”, 100 % Tempranillo, fermentado en barricas nuevas de roble francés y con un grado alcohólico bastante alto (14,5 %):
Vista: Rojo intenso con ribetes azulados.
Nariz: Potente con fruta negra bien madura y aromas varietales del tempranillo. Madera fina con notas de caramelo.
Boca: Equilibrado y con un post-gusto a regaliz.
Para algunos, el comienzo fue demasiado fuerte y se pusieron contentos enseguida…
Vista: Color luminosos rojo profundo.
Nariz: Intenso aroma a fruta roja madura y especias.
Boca: Delicada y golosa, con aromas muy elegantes, florales y de nuevo, el regaliz del tempranillo. Taninos sedosos y larga persistencia en boca.
La mayoría de los catadores estaban de acuerdo que este vino está bueno tanto
en nariz ...
como en boca...
como en boca...
e incluso “EN OREJA”!!!
Tal vez es uno de los mejores Ribera dentro de su rango de precio; un vino muy concentrado, con mucho cuerpo y una nariz cautivadora.
Tiene un color muy profundo, casi negro, y con notas azules propias de su juventud. En nariz muy intenso con fruta madura negra (cereza) y aromas florales. Notas minerales y especiadas, y toques de chocolate y café tostado.
En boca muy concentrado, denso, equilibrado y persistente.
Una auténtica delicia que creo que nos gustó a todos………(aunque no tanto su precio, claro!). ¡¡¡BONISSIM!!!
Sacamos los aperitivos que habíamos preparado para la ocasión y mientras disfrutábamos de lo que nos quedaba en las copas (y de algun
a u otro botella más que se descorchó después, ya que algunos incluso intentaron convertir el agua en vino!) , Juan se acercaba a las mesas para aclarar las dudas y preguntas que tenían nuestros catadores.
Como siempre, fue una noche estupenda, repleta de sensaciones, aromas y sabores, de la que habría que destacar la calidad, tanto por los vinos que tomamos, como por los momentos que vivimos.

En este lugar, GRACIAS a la bodega “ALONSO DEL YERRO” por traernos sus vinos (y a Juan!), a Jaime de “Vinivars” por su colaboración (y ayuda a la hora de servir el vino) y como no, a nuestros fieles catadores que nos acompañaron.
En este lugar, GRACIAS a la bodega “ALONSO DEL YERRO” por traernos sus vinos (y a Juan!), a Jaime de “Vinivars” por su colaboración (y ayuda a la hora de servir el vino) y como no, a nuestros fieles catadores que nos acompañaron.
¡HASTA LA PRÓXIMA!